2 de agosto de 2025

¿Cómo serán los marcianos?


¿Cómo serán los marcianos?
 
Douglas Wright
 
 
Muchas veces me pregunto
cómo serán los marcianos;
¿tendrán caras, tendrán ojos,
tendrán dedos, tendrán manos?


¿Serán de un solo color,
serán lisos o rayados;
tendrán la cara verdosa
y los pelos colorados?


Cuántas veces me pregunto
cómo serán los marcianos;
¿tendrán padres, tendrán madres,
tendrán hermanas y hermanos?


¿Harán cosas divertidas
a la hora de jugar;
juegos con una pelota,
de correr y de saltar?


Tantas veces me pregunto
cómo serán los marcianos;
¿serán gordos, serán flacos,
muy pesados o livianos?


¿Tendrán perros con diez colas
y elefantitos con alas,
tortas de catorce pisos,
gaseosas metalizadas?


Siempre, siempre me pregunto
cómo serán los marcianos,
y si serán muy distintos
de nosotros, los humanos.


¡Qué buenos son los piratas!


¡Qué buenos son los piratas!
 
Douglas Wright
 
 
Los piratas usan aros
y un pañuelo en la cabeza,
beben toneles de ron
y barriles de cerveza.


Andan en barcos robados
mientras cantan su canción,
la canción en que el pirata
siempre está bebiendo ron.


Los piratas son tan feos,
sucios, crueles, desalmados,
con la barba desprolija
y los pelos engrasados.


Son mugrientos y roñosos,
siempre llenos de sudor,
los piratas no se bañan,
¡eso sí que es lo mejor!


Los piratas tienen sables,
y pistolas y grilletes,
y un aprendiz de pirata,
un jovencito grumete.


En la Isla del Tesoro
vive el pirata más malo,
con su sable, con su loro
y con su pata de palo.


¡Qué buenos son los piratas,
de los malos, los peores,
y en eso de ser tan malos
ellos sí son los mejores!


1 de agosto de 2025

Nunca pasa nada


Nunca pasa nada
 
Douglas Wright
 
 
En el barrio donde vivo
casi nunca pasa nada,
aunque, una vez en el cielo,
vi elefantes en bandada.


En el barrio donde vivo
muy rara vez pasa algo,
aunque, una vez en la plaza,
se estaba hamacando un galgo.


En el barrio donde vivo
no pasa ninguna cosa,
aunque, tomando un helado,
vi al oso y a la osa.


En el barrio donde vivo
nada raro nunca pasa,
aunque, patas para arriba,
a veces, está mi casa.


En el barrio donde vivo
cosas raras nunca pasan,
aunque, en la panadería,
jirafas el pan amasan.


En el barrio donde vivo
todo, todo es muy normal,
aunque, a veces, mi soplido
se convierte en vendaval.


En el barrio donde vivo
casi nunca pasa nada,
aunque, muy de vez en cuando,
por la calle pasa un hada.


31 de julio de 2025

Extraño esa noche


Extraño esa noche
 
Douglas Wright
 
 
Extraño esa nieve,
que no conocí,
y aquellos trineos
que yo nunca vi.


Y a ese tío mío
llamado Manuel
que se disfrazaba
de Papá Noel.


Extraño esos renos
volando en el cielo
con sus cascabeles
sonando en el hielo.


Y esa chimenea,
que en casa no existe,
con leños ardiendo
como nunca viste.


Extraño ese pino
todo decorado,
abajo, entre tantos,
está mi regalo.


Extraño esa noche
que es la Nochebuena
y abrir los regalos
después de la cena.


29 de julio de 2025

Lo que a mí me gusta


Lo que a mí me gusta
 
Douglas Wright
 
 
Me gusta, en verano,
ir a la pileta,
y andar a los piques
en mi bicicleta.


Me gusta el helado
de crema y frutilla,
pasarle la lengua
y la cucharilla.


Me gusta pegarle
fuerte a la pelota
y ver cómo salta
y cómo rebota.


Me gusta la pizza
y la milanesa,
la crema batida
y la mayonesa.


Me gusta correr
por toda la plaza
y, también corriendo,
volver a mi casa.


Me gusta, a la tarde,
ver televisión
bien desparramado
sobre un gran sillón.


¡Me gusta, me gusta,
ah, cómo me gusta
que me guste todo
lo que a mí me gusta!


Hay un pueblito en la sierra


Hay un pueblito en la sierra
 
Douglas Wright
 
 
Hay un pueblito en la sierra
con un cielo y con un sol,
con sus cerros y sus montes,
con su plaza y su estación.


De un lado está la montaña,
del otro lado está el valle,
de piedra son las veredas
y son de tierra las calles.


Hay un pueblito en la sierra
con un río cantarín,
las olas traen espuma,
la orilla tiene verdín.


Abajo, todo está en sombra,
hacia arriba, todo es luz,
y en el medio, la arboleda
parece un inmenso tul.


Hay un pueblito en la sierra
con caballos y con perros,
con su siesta provinciana
y la lluvia entre los cerros.


De un lado vive "la Juana",
del otro lado, "el Ramón",
y parece, cuando hablan,
que cantan una canción.


Hay un pueblito en la sierra
tan alegre y provinciano;
¡ah, yo sé que ese pueblito
me espera cada verano!


La canción del Jardinero Mágico


La canción del Jardinero Mágico
 
Douglas Wright

 
El Jardinero camina
para arriba y para abajo;
caminar por el jardín
parece ser su trabajo.


Se para frente a la flor,
con su regadera roja;
primero le dice “hola”
y después, recién, la moja.


El Jardinero se sienta
en un banco de madera,
y descansa él, la flor
y también la regadera.


Una mariposa roja
se posa, quieta, en el suelo,
lo mira un rato en silencio
y después levanta el vuelo.


El Jardinero se queda
mirando pasar la nube;
ésta baja, lo saluda,
y después, otra vez, sube.


Con su regadera roja,
ya regresa el Jardinero,
con su camisa amarilla,
su enterito y su sombrero.


Hay estrellas en el cielo,
es de noche en el jardín,
ya se duerme el Jardinero,
el día llegó a su fin.


27 de julio de 2025

¿Cómo es mi casa?


¿Cómo es mi casa?
 
Douglas Wright
 
 
Mi casa es alta,
y en una fuente
que hay en el fondo,
el agua salta.


Mi casa es chica,
y el sol que entra
por la ventana,
la piel me pica.


Mi casa es bella,
y en la ventana
del dormitorio
vive una estrella.


Mi casa es vieja,
y sobre el techo
de la buhardilla
falta una teja.


Mi casa es corta,
si estiro el brazo
llego hasta el fondo,
pero no importa.


Mi casa es fea,
pero me gusta
aunque mi casa
sea como sea.


Mi casa es gris,
y cada uno
que vive en ella
vive feliz.